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Me siento en el no mundo...

Hoy me siento extraña, como si no fuera yo, he hecho cosas que en mis días lúcidos no haría.

Ya me tomé dos cafés, no desayuné, almorcé dos pedazos de pizza delgaditos. Por ratos tengo hambre, por ratos no.

Me hice un moño en mi pelo. Pasaron dos aviones por mi oficina...

Siento que estoy en alguna obra de Salvador Dalí... así como que me derrito, me desparramo en la silla y caigo al suelo... será que mis manos deshechas alcanzan el teclado de la compu?

Hoy corrijo sola todo el diario, no conviene estar distraída.

Escucho "El sonidito", de Khris y Ángel, pi pi pi pi pi pi... al suelo al suelo al suelo, me derrito...

Raroso

Me desbloquearon el acceso a mi blog, pero no puedo ver mi correo... ¿qué diablos pasa? ¿Acaso es pecado estar un rato en Internet mientras no hay mucho trabajo por hacer?...

Me duele la espalda. Ayer volví al gimnasio después de meses de no ir (excusa #1: mi seminario de graduación). Hice tres horas de baile, creo que fueron demasiadas para ser el primer día. Ahora me levanté con un fuerte dolor de espalda que no sé por qué es, pero igual fui a la clase de la mañana.

Mañana haré pesas... creo.

WTF!

Me han bloqueado el acceso para ver mi blog en mi trabajo... pero puedo escribir un post! queseso?!

Y bien... he vuelto

Después de tanto tiempo sin visitar estos lugares, es necesario hacer una breve recopilación de lo que ha pasado en mi vida...
Pues al fin, luego de casi siete años de desvelos y sacrificios (en todos los sentidos), logré terminar mi universidad. Las notas las publicaron hace más de un mes y yo todavía no me la creo. Me he quedado como en el limbo, con la sensación de que tengo que ir a retirar documentos para el próximo ciclo, que obviamente no llegará. Se me hace irreal el hecho de que tendré el dinero que ocupaba para costearme los gastos para invertirlo en otras cosas, no sé si será diversión, ahorros o tomaré otro curso de algo... no lo sé.

Lo que se me hace más increíble es que ya no veré diariamente a todas esas personitas que durante años me acompañaron en mis alegrías y desventuras. Aquellas amistades que se volvieron casi hermandades, pues con la convivencia diaria, se hizo natural estar juntos. No sé, todavía no asimilo que mi amiga está en otro departamento del país, lejos, lejísimos de mí, me siento triste por eso.

Dijimos que la amistad seguiría igual, que nada nos iba a impedir vernos, pero con un mes que llevamos sin vernos, siento que ya no es igual. No sé, la distancia y las ocupaciones de cada una está haciendo que tomemos rumbos distintos.

Mi salud no ha estado tan bien que se diga. Hace una semana regresé a trabajar luego de una larga incapacidad por una biopsia en mi talón izquierdo. ¿Si me dolió? No, no dolió nada. Como dijo mi doctor: "Duele más un desprecio".

El diagnóstico fue "Angiolipoma", que según la sabia Internet, son nódulos de grasa que se forman sin que uno pueda hacer nada para evitarlo. Estos al hacer contacto con los nervios, causan un dolor intenso e imposibilitan las actividades cotidianas. ¿Por qué me salió esto a mí? No lo sé. De lo que sí estoy seguro es que Dios escucha a las personas buenas, como la niña Alejandra, quien se pasa las tardes pidiéndole al Creador por esta oveja negra, descarriada, que no quiere enderezar sus pasos (por eso es que no me escucha a mí, solo a ella), que le cure de sus males; para fortuna mía, Él la escuchó al chas chas, y mis pies están listos para bailar.

En la casa, las cosas siguen igual... mi mamá bipolar, por ratos buena, por ratos mala. Pero pues, serán pocos meses los que estaré ya en la casa. Necesito respirar nuevos aires, irme de la casa y abrir mis alas independientes para valerme por mí misma.

De otro lado de donde quiero salir corriendo es mi trabajo. Aunque mis oídos ya son sordos a tanta patanería y mis ojos ciegos ante tanta injusticia, creo que mi espíritu necesita conocer gente nueva, gente genuina, buenas personas, con una sola cara. En este mundo es difícil encontrarlas, pero no imposible...

Bueno, después actualizaré más cosas que me han pasado; por el momento es todo... ya me aburrí de escribir, ciao.

HOY TE EXTRAÑO MÁS QUE NUNCA

No sé qué me pasa... me siento tan melancólica, tan triste, tan pensativa, tan sin ganas de hacer nada, de ver nada, de decir nada.

Pienso y pienso en cómo estar contigo, no encuentro solución pronta.

Mis días se pasan con la ilusión de verte unos minutos en mi compu y escuchar tu dulce voz que acaricia con palabras mis oídos, ansiosos por no necesitar un celular de por medio...

Sabés, hoy te extraño más que nunca, me siento extremadamente sola, quisiera saber que saldré de mi trabajo y llegaré a una casa donde te encontraré, darte un beso largo, un abrazo fuerte, contemplar tu cara y ver tu bella sonrisa. Sabés, ese lunar me tiene loca... quisiera poder rozar suavemente mis labios en él, sí, a mí se me eriza la piel solo con pensarlo.

A veces quisiera solo estar un minuto contigo, aunque sea eso. Te comería a besos, besos dulces y suaves, y entre medio de ellos, te daría uno que otro sensual, con ese toque de picardía que tengo en este momento en mi cara, sí, ese que a vos te gusta.

¿Te digo algo que me encanta? cuando salgo corriendo de la Universidad para lograr verte unos minutos y dulcemente me preguntás "¿Cómo estuvo la escuela?" simplemente dibujás una sonrisa tan grande en mi cara, me siento cerca de vos, como si no existieran esos cuatro mil kilómetros de distancia entre nosotros. Como si estuvieras frente a mí y me vieras llegar cansada de todo a la casa y ser vos mi refugio, mi descanso.

Te amo muchísimo, eso ni lo dudés, sos mi todo, te has robado mi corazón y mis pensamientos como no te imaginás... gracias por existir mi negro...

Estás ahí, Ana?

¿Será que otra vez estás acercándote a mí o será que nunca te fuiste del todo?... ideas me dan vuelta en mi cabeza, frases, imágenes, personas... todo gira en mis pensamientos...

A veces siento que no puedo más, no quiero ver nada ni a nadie, estoy harta de mí, estoy harta de mi mundo, de lo que pasa a mi alrededor...

Todos me gritan, me juzgan, critican sin saber, hablan a mis espaldas, pero yo lo sé... no me engañarán nuevamente. Una vez pasa el ciego.

¿Será que otra vez estás conmigo? parece que sí, mi cuerpo te siente, cerca, vigilándome, sigilosa, como siempre has sido...

Ok, te aceptaré con una condición: Dame la clave de la felicidad. Si estar contigo me hará feliz, pues bienvenida seas... otra vez... a mi vida.