Pues así de simple, no me gusta vivir aquí. Llevo los 25 años de mi vida en este país no termina de convencerme, ni el país en sí ni su gente. Quizá esto me pasa por ver tanta televisón por cable y ver cómo en otros países las cosas no son como aquí. No hay tanta delincuencia, no tenés que andar "ojo al Cristo" para cuidar tus cosas. Estoy cansada de escuchar en la tele "lo mataron por robarle el celular!!!!!" por Dios, por un celular!!!! Es increíble...
Además de la gente loca con la que me relaciono día a día, quisiera respirar otros aires, conocer otras culturas, salir de lo común.
Hablaba ahora con mi prima (la querida Dori) de lo lindo que sería que pudiera ir a visitarla a su casa en San Francisco, ella dice que es una chulada de estado, le creo por que desde que se fueron quedaron encantadas con el país y su gente... me hubiera gustado crecer con ellas, son las únicas primas de sangre a quienes quiero un resto. Sé que hubieran sido excelentes compinches y sobre todo confidentes... pero bueno, espero que algún día se me haga el sueño de poder visitarlas.
Ya no quiero hablar de cosas feas en este blog, quiero hablar de lo bonito que se siente ver cómo pasa el tiempo y tenés a las mismas amistades y se agregan nuevas. Ayer salí con una amiga a quien quiero mucho y su hijito, precioso el chichí, se llama Fernando (igual a mi sobrinito) y es de lo más tierno. Es bien chiquito pero tiene la carita más angelical que he visto... así quisiera que fueran mis hijos de tranquilitos y quitos jajaja con una mamá como yo, lo dudo...
